“Madrid Imposible”, Francisco Holgado Sáez

Periodo: 3 a 21 de febrero 2023
INAUGURACIÓN: Viernes 3 de febrero, 19.30 h.
Visitas: lunes a domingo 10:00-14:00 y 17:00-21:00 h

 

Francisco H. Sáez
Médico, docente, viajero, curioso y madrileño. “Desde niño la fotografía me embobó, cuando alguien me enseñó que con una caja de zapatos punzada con la aguja de coser, podía “pintar” en una hoja de papel, todo lo que veían mis ojos. Desde entonces, siempre he vivido con la fotografía, pero nunca de ella. He tenido la fortuna de hacer muchas fotos, ver muchas más y hasta poder explicarla en la Universidad. Lloro su declive y me apena verla ninguneada, comprimida en un teléfono y rebajada a un selfie o inmortalizando una paella. Pero esa es otra historia. Hoy el tiempo muta, pero sus imágenes mantienen mi memoria más lozana. En esta exposición giro la mirada a un Madrid no posible, fotografiado a lo largo de años, pero idealizado en paisajes ajenos en el espacio y en el tiempo.”

 

Exposiciones destacadas:  Estambul, Turquía (Art Summer Karakay 2008) / Paris, Francia (L’ille aux images 2015) / Nueva York, EEUU (Linallac Gallery 2016) / Sofia, Bulgaria (Laboratory Village Ar t2020) / Comisario adjunto exposición arte joven BBAA (2012-16) / Miembro del Tribunal Premios anual fotografía (10 años) UCM

 

“Madrid imposible” por Jaime Buhigas

Lo imposible es siempre alimento de visionarios. Francisco Holgado (Paquito para los amigos)  nos invita a transitar sus paisajes imposibles, improbables, irreales y encantados. Todo sin salir de la ciudad que habita. No hay ni utopía ni distopía en el itinerario. Se trata de un gran juego cautivador e infinito. “Madrid imposible” es una provocadora contradicción, un experimento mucho más estético que conceptual, que busca la sonrisa de una sorpresa y la seducción de un ingenio incesante. La incierta villa de Madrid sufre así una divertida metamorfosis a través de sus arquitecturas más icónicas, que por un instante se deleitan en significados nuevos, en posibilidades formales que desvelan una mirada de ilusionista, inmersa en una erudita naturaleza pictórica. La dualidad se multiplica: urbe/natura; pintura/fotografía; sueño/realidad…  Son paisajes sin tiempo, llenos de soledad, porque ocurren en un anhelo evasivo  mucho más íntimo de lo que pueda parecer, en rincones sonámbulos de largas noches en un antro de ensoñación. Nacen de un idealismo romántico y de una nostalgia futura de todo lo que no es y jamás va a ser. Sin embargo, todo lo que podría ser, vive ya en lo que es, aunque solamente lo advertimos cuando nos es señalado. Bienvenidos a este Madrid hechizado, soñador, amable y seductor. Una puerta abierta a la imaginación, gracias a las buenas artes de las posibilidades digitales, que el maestro sabe transformar en artesanía.